Un duro golpe recibió el Ejecutivo este miércoles al rechazarse en sala de la Cámara de Diputados el monto propuesto por el Ministerio de Hacienda, de 205 mil pesos para fijar el salario mínimo.
Por 45 votos en contra y 39 a favor, los parlamentarios rechazaron el reajuste de un 6, 2% que había recomendado el panel de expertos convocado por Hacienda, aunque, sí se aprobó de manera casi unánime, la idea de legislar sobre la materia.
Durante la mañana, la Comisión de Hacienda de la Cámara, que ayer había suspendido la sesión para poder escuchar la exposición de la CUT con calma y más tiempo, había decidido rechazar también el guarismo y aprobar la iniciativa en general.
Durante la exposición de la CUT, a cargo de su presidenta, Bárbara Figueroa -quien asistió acompañada del vicepresidente, Nolberto Díaz; el secretario general, Arturo Martínez; y otros consejeros nacionales-, se reiteró la exigencia de un piso salarial de $250 mil, junto a la aplicación de una nueva fórmula de cálculo del reajuste.
Figueroa entregó a la Comisión un estudio técnico que sustenta la petición de incrementar el monto, junto a una nueva base de cálculo para el reajuste, que considerara como base la evolución del IPC de los alimentos (IPCa).
En síntesis, el documento señala que la fórmula empleada por el Gobierno para fijar el reajuste no es correcta, dado que considera al IPC como factor de variación de la pérdida del poder adquisitivo: “esta tasa no es relevante para el sector de la población que percibe el salario mínimo, pues se ubica bajo la línea de pobreza y, en algunos casos, bajo la línea de la pobreza extrema”, dice el estudio.
La líder sindical enfatizó que la tasa relevante debiera ser la variación en la canasta básica de los alimentos que mide mensualmente el Ministerio de Desarrollo Social. “Es ésta la que mide el crecimiento de los principales gastos de los trabajadores que perciben el sueldo mínimo”.
“Nosotros vamos a insistir en nuestra propuesta y esperamos que el Gobierno entienda que este es un debate que no se puede hacer en 48 o 72 horas, sino que es un debate de más largo aliento y a eso es a lo que hemos invitado al Gobierno y lamentamos que hoy se diga que ha conversado con nosotros, porque lo que hicimos el lunes fue asistir a una reunión informativa. Aquí no hay diálogo, ni debate”, apuntó Figueroa, agregando que, más que aferrarse a cifras técnicas, lo que el Ejecutivo debe haces es sincerar el debate y develar si tiene voluntad de hacer una discusión más profunda sobre el piso salarial que requieren los trabajadores para recuperar su poder adquisitivo y para dar mayor dinamismo a la economía nacional.
El ministro de Hacienda, presente en la sala durante la votación, afirmó que “hubo períodos de intenso debate y otros sin diálogo tal como ocurrió el año pasado por decisión de la CUT. Hoy no ha habido negociaciones pero si conversaciones en base a los criterios ya conocidos. Estamos haciendo el mejor reajuste en una década. Pero no podemos pedir más porque ir más allá es atentar contra las posibilidades de empleo de los trabajadores y el financiamiento de las pymes”.
Sin embargo, la CUT replicó afirmando que son los propios micro y pequeños empresarios quienes han solicitado que el sueldo mínimo se incremente más allá de la propuesta del gobierno, tal como lo afirmarán durante la semana pasada en una reunión con la propia Central, en donde además solicitaron que el Estado asumiera un subsidio, decreciente en el tiempo, que permitiera a las pymes sostener el mayor gasto en un principio, pero que se fuera eliminando en la medida que los trabajadores, al aumentar su poder adquisitivo, dieran mayor dinamismo a las propias micro y pequeñas empresas, que son las que sustentan el mercado interno, a diferencia de la gran industria –que sí paga el salario mínimo a través de la subcontratación- que se sostiene en base a exportaciones.
Durante la votación, el diputado Lautaro Carmona lamentó que el debate sobre salario mínimo se haya dado sin la participación activa de la Central Unitaria de Trabajadores por una decisión del gobierno y que más bien, el Ejecutivo haya actuado “buscando el factor sorpresa, pues se evidencia que tiene como fin una tarea electoral”, agregando que el método con que se abordó el proyecto de reajuste “asumió un mecanismo que pone como sagrada únicamente la palabra del Ejecutivo”.
Respecto a las críticas por parte del gobierno referentes a que aquellos parlamentarios que votaran en contra lo harían “porque no quieren que los trabajadores reciban más dinero”, el diputado afirmó enfáticamente que “son ellos los que no quieren que los trabajadores ganen a lo menos lo que propone la CUT que son $250.000, están en contra de lo que se llamó el salario ético o de la dignidad sin tomar en cuenta que una ley de salario mínimo es el único recurso de protección que tiene el 90% de la fuerza laboral”.
“El gobierno se farreó la posibilidad de tener muchos más argumentos y conocimiento de causa sobre lo que necesitan los trabajadores con esta decisión”, agregó.
Tras la votación, el jefe de la bancada socialista, diputado Fidel Espinoza, subrayó que la oferta del Gobierno, “es una cifra exigua respecto a lo que el Presidente vocifera en todo el mundo, de que el país vive una gran situación económica”, mientras que el independiente, Miodrag Marinovic –quien además es parte de la Comisión de Hacienda que rechazara durante la mañana el proyecto-, dijo esperar “que el gobierno entienda que en este escenario económico es absoluta y técnicamente factible hacer un esfuerzo adicional”.
Por su parte, la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, en su tono característico, lamentó el resultado de la votación en la Cámara: “es una noticia muy mala. Los reajustes de este gobierno son del doble del anterior, además este salario mínimo es de los mejores de la región”, afirmó.
En La Moneda, en tanto, el ministro del Interior, Andrés Chadwick afirmó que “es completamente razonable que la CUT, que es un organismo gremial, siempre aspire a más, más y más. Ese el rol de la CUT, es entendible que sea así”.
Además del reajuste del salario mínimo, la iniciativa del Ejecutivo incluía un reajuste del 6,2% de cara al ingreso mínimo de los trabajadores menores de 18 años y mayores de 65 años (pasaría de $144.079 a $153.037) y para elevar el monto del ingreso mínimo que se emplea para fines no remuneracionales, de $124.497 a $132.238.
Igualmente se contemplaba aumentar a $8.225 la Asignación Familiar del primer tramo, en tanto que el segundo y tercer tramos debía ser reajustados según el costo de la vida. Quedaban en $5.294 y $1.673, respectivamente.
Estos dos elementos, que ya venían rechazados desde la Comisión de Hacienda, también fueron rechazadas por 38 votos a favor y 45 en contra, la primera; y 38 votos a favor y 49 en contra, la segunda.
Lo único que se presentó a la Sala en la misma forma en la cual fue planteado por el gobierno es el Subsidio Único Familiar (SUF), que quedaba en $8.225, artículo que finalmente también fue rechazado.
Con esto, el proyecto de reajuste pasará al Senado en calidad de rechazado en su contenido, pero aprobada la idea de legislar, con lo cual será la Cámara Alta la que tendrá ahora que referirse a la materia, lo cual debiese ser durante este misma semana pues el proyecto aún continúa teniendo suma urgencia.
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